Hace tiempo que soy fanático de las correas de pecho para esos momentos en los que no hay nada más a lo que sujetar un micrófono. Son delgadas, suaves, con agarre en la parte posterior para evitar que se deslicen hacia adentro o hacia afuera, tienen presillas para pasar el cable y bolsillos de diferentes tamaños para diferentes tamaños de micrófonos. Ojalá las hubiera descubierto antes.